Por Cecilia Ananías
Con colaboración de Karen Vergara

La violencia en Internet y las redes sociales se ha convertido en una tremenda problemática de nuestro país. Violencia que se ve agravada debido al vacío legal en que cae y el poco conocimiento de su funcionamiento, tanto por funcionarios policiales, como abogados o políticos.

1716363El suicidio de Katherine Winter tras el continuado ciberacoso de compañeros y compañeras de colegio, el apuñalamiento de feministas en una marcha en Santiago tras llamados en redes sociales a «funarlas» y recientes denuncias de acoso hacia activistas y usuarias de Instagram y Twitter, son algunos de los casos que podemos nombrar.

Pero no son los únicos: una infografía de la Asociación para el Progreso de las Comunicaciones reveló que las mujeres de entre 18 y 30 años son las más vulnerables en espacios digitales. Las principales víctimas: mujeres en una relación íntima con una persona violenta, mujeres profesionales con perfiles públicos y que participan en espacios de comunicación (periodistas, investigadores, activistas, artistas) y mujeres sobrevivientes de violencia física o sexual.

Otro estudio de Amnistía Internacional reveló que el 7,1% de los tuits enviados a las mujeres del estudio eran ofensivos o problemáticos. Eso supone un tuit cada 30 segundos. Además, el ataque a mujeres afrodescendientes era desproporcionado: ellas tenían el 84% más de probabilidades que las mujeres blancas de ser mencionadas en tuits ofensivos o problemáticos.

niña-defensa-03-1-750x535Además, otro informe de violencia de género en Internet en Chile, desarrollado por Jessica Mattus de Datos Protegidos con apoyo de Karen Vergara y Cecilia Ananías de ONG Amaranta, encuestó a 50 mujeres y personas LGBTIQ+ usuarias activas de Internet y reveló que un 88,14% habían sufrido violencia verbal y un 66,1%, acoso y hostigamiento. Además, a un 40% le enviaron imágenes o videos agresivamente sexuales sin su consentimiento y a un 30,5% le publicaron información falsa de su vida personal. Amenazas explícitas y hackeos fueron otras formas de ataque reportados.

Entonces, ¿qué hacer si me están atacando, acosando o amenazando? Si bien no hay fórmulas exactas, creemos que hay varios consejos de ciberseguridad que se pueden poner en práctica. Compartimos los que nos parecen ser los 10 más importantes:

  1. Reflexionar en torno a nuestros contactos: ¿Son realmente confiables las personas que se encuentran entre mis contactos? ¿A cuántas conozco en persona? ¿Con cuántas realmente hablo? Tras meditar esto, entrar a la lista de seguidores o amigos y empezar a revisar y borrar, especialmente en aquellas plataformas donde compartimos información sensible, como fotos familiares.
  2. Tener cuidado con la información que posteamos: ¿Si alguien revisara mis redes -por ejemplo, Historias de Instagram- sabría en qué lugar estoy? ¿Podría determinar mis  rutinas? ¿Esta información podría ser recogida por un potencial acosador? Ante esto, la recomendación es no subir imágenes que permitan ubicar el lugar dónde se vive o donde comúnmente se trabaja y tratar de subir fotos «con retardo»; es decir, cargarlas después de que nos fuimos del evento o lugar que visitábamos. Y tratar de desactivar la función de «ubicación» en nuestros posteos.
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  3. Meditar en torno a los contenidos que compartimos: ¿Qué fotografías mías son públicas? ¿Cuáles podrían ser sustraídas? ¿Y qué mal uso podrían hacer de ellas? También, es importante revisarse a una/o mismo/a: ¿Qué información he divulgado de los y las demás? ¿He realizado comentarios de odio? ¿He difundido información falsa? ¿He atacado a otras personas? Tratar de analizar riesgos y peligros y plantearnos el contenido que compartimos.
  4. Buscar, desintoxicar y neutralizar: ¿Qué ocurre si me busco en Google u otros motores de búsqueda? ¿Qué información sensible mía podrían hallar? ¿Qué permisos o información he concedido a las plataformas? Como estas preguntas pueden resultar complejas, recomendamos usar el Data Detox.
  5. Aprender a usar las herramientas de seguridad y privacidad: Si bien las redes sociales son perfectibles, estas ya conllevan varias herramientas de seguridad que podemos implementar. Una muy importante es la doble autenticación: ¿qué significa esto? Que cuando intenten (o intentemos) abrir nuestro mail o redes sociales en un computador o celular que usualmente no ocupamos, no solo nos pedirá nuestra clave, sino que, además, un código que llegará a tu celular personal. Esto reduce el riesgo de hackeos. Otras configuraciones recomendadas: que tu perfil de Facebook no esté en motores de búsqueda (como Google), restringir la privacidad de publicaciones antiguas, restringir a quienes pueden agregarte como contacto. La invitación es a revisar y probar.
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  6. Cuidado en donde hagas clic: No abras cualquier enlace que llegue a tu correo, WhatsApp o Messenger y cuidado con los “concursos chantas”. A veces, basta con hacer clic en estos enlaces extraños para que te quiten todas las contraseñas e información personal. Y cuidado con cualquier sitio que pida información personal o contraseñas. Trata de abrir enlaces solo de sitios verificados y reconocidos, como RegistroCivil.cl, BancoEstado.cl, Starbucks.cl. Entonces, si te envían un enlace desde una página llamada UnCaféStarbucks.cl o ElBancoEstado.cl, por dar un ejemplo, significa que alguien podría haberlo inventado para estafarte.
  7. Ten cuidado con la Wifi Pública: Es muy fácil que alguien intercepte información tuya mientras la utilizas. No ingresar contraseñas ni hacer movimientos bancarios mientras la utilizas; para eso, es mejor usar la Internet propia y privada de nuestro teléfono.
  8. Refuerza tus contraseñas: Que mezclen letras, números y caracteres especiales. No uses las mismas para todas tus redes, porque bastaría con que te hackeen una sola vez para hacer caer todas tus plataformas.
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  9. Visita webs que enseñan qué hacer y cómo protegerte: El sitio Ciberseguras entrega consejos según cada tipo de violencia que podemos sufrir en Internet; Acoso.online entrega herramientas legales y tecnológicas para defenderse ante la difusión de pornografía no consentida; la «Guía Básica de Privacidad Virtual- Hazlo tú misma» también te enseña cómo reforzar tu privacidad y seguridad.
  10. ¿Fuiste ya atacada?: Aparte de los consejos anteriores, recomendamos cambiar el nombre de usuario de tus redes (lo cual genera un cambio de URL y con ello, que sea más difícil volver a encontrarte), ponerle candado a tus redes sociales, no responder jamás a tus atacantes y bloquear a cuentas que te estén atacando.

Es importante saber que la violencia en Internet o a través de tecnología nunca es tu culpa y que nadie merece sufrirla ni la «provoca». Si estás pasando por esto, convérsalo con tu grupo íntimo y apóyate en ellas o ellos. No estás sola.

Bonus track para activistas:

  • Si vas a enviar correos masivos a otros u otras activistas o a la base de datos de tu organización, recuerda hacerlo con copia oculta; de este modo, no es tan fácil sustraer su información de contacto, en caso de que el mail llegue a manos equivocadas.
  • Cuidado con la información que se comparte en grupos de Facebook masivos -no importa si son «secretos», si tiene más de mil seguidores es difícil distinguir quién está ahí por buenos motivos-.
  • También, no se recomienda hacer listas de firmas digitalmente públicas, ya que es muy fácil sustraer la información y atacar a quienes apoyan la causa que promueves.