Camila Mellado
Al principio no tenía nombre, era solo una idea que involucraba recuperar los barrios para el arte. Con el Centro Cultural Coronel Sur trabajamos hace años en torno a la cultura en el contexto comunitario en Coronel y en torno a eso comenzamos a pensar en una iniciativa diferente, que involucrara y relacionara los barrios entre sí sin perder la esencia del trabajo en ellos, personal e íntimo y profundamente relacionado con las redes que hemos establecido con otras organizaciones.
La idea evolucionó en una muestra de cine, que luego se tornaría en cine documental por la misma naturaleza lo que planeábamos registrar, un proyecto que propone construir colectivamente memorias para trabajar luego con cineastas y audiovisuales que las registren. Nuestra idea era generar un registro propio y local de la historia de Coronel, cuyo patrimonio tangible ha sido demolido, extraviado y destruido por procesos naturales de crecimiento y otros factores que implicaban el descuido de las autoridades centrales, las políticas extractivistas y la acelerada reconversión de la minería a las áreas energéticas y pesqueras, que de alguna manera exigían a la comunidad olvidar y concentrarse en el progreso, para no convertirse en un pueblo fantasma.

Cartelera de documentales a exhibirse
Fue entonces cuando apareció el nombre Choyoncas, en voz del abuelo dichatino de uno de los miembros del Centro Cultural, quien se refería de esa manera a los pescadores que habían llegado a Dichato provenientes de Coronel. Choyoncas hacía referencia a la forma de trabajar de los mineros de Schwager, los que tenían que trabajar en cuclillas en una posición conocida como “achoyoncado” o “achuyuncado”, puesto que el mineral estaba a menor altura que en Lota y otros sectores. De esta manera, con este apodo, fueron conocidos los coronelinos en la región y nosotros quisimos recuperar el apodo para conectarnos con un pasado que a diferencia de Lota, no es tan claro en Coronel. El origen de la comuna está dado en la minería, pero de una forma muy distinta a cómo se dio en Lota, cuyo trabajo era dado por una sola empresa. En Coronel habían varios yacimientos conviviendo al mismo tiempo, con distintas formas de trato y lógicas de trabajo. Esa heterogeneidad es parte de la comuna, en la que interactúan sectores comerciales, pesqueros, mineros y agricultores, los que una vez estuvieron relacionados en torno a la minería, pero que luego, rápidamente, tomaron caminos propios avanzando unos hacia la industrialización y otros hacia la desaparición.
El proceso que definimos para trabajar es sencillo pero efectivo: un trabajador social y un profesor de historia, Paulo Mellado y Adrián Osorio, realizan un diagnóstico de las comunidades que incluyó un mapeo de organizaciones sociales y comunitarias, a través de las cuales invitamos a los vecinos a participar del proyecto. Paralelamente realizamos una recopilación histórica documental en torno al material existente y entonces, por medio de variadas metodologías participativas, se construye un relato de historia reciente. Esta es, sin duda, una de las partes vitales del proyecto, porque muchos de los vecinos se enfrentan por primera vez a preguntas sobre su propia vida, su barrio y la forma en que viven este.
Este proceso no solo aporta la materia prima para los cortometrajes de que se realizan en la etapa siguiente, sino que es clave para activar las memorias locales y reconstruir procesos de los que nunca se ha conversado en la esfera pública. Si lo pensamos bien, ¿quién nos pregunta cómo fue crecer donde crecimos? ¿Cómo fue ser vecino de nuestros vecinos y amigo de nuestros amigos? Hay un poderoso registro de memoria colectiva en estos pedazos de memorias personales, que juntos construyen la historia de una ciudad, con las características más clásicas de una urbe moderna: migraciones, comercio, distintas fuentes productivas y gente dispuesta a crear en ella relaciones y familias.
Al respecto de eso, además, nos esforzamos por no construir historia academizada y formalizada, a pesar de nuestros propios sesgos profesionales, para poder hablar como habitantes de Coronel y no mostrar a los vecinos desde la otredad, si no desde el autorelato de nuestras propias historias, que son las suyas.
Esa es la importancia y principal valor de Choyoncas Cine, la búsqueda del autorelato, de la autovaloración en torno a la identificación de nosotros mismos como portadores de memoria y oradores válidos y valiosos de nuestras propias historias. Nuestra lucha es por el derecho a contarnos y explicarnos según nuestras propias visiones.
**los cortometrajes de Choyoncas Cine se darán en Coronel el 11, 12 y 13 de abril, en Berta Acevedo, Asentamiento Escuadrón y Lo Rojas. Las películas y cortometrajes serán exhibidos de forma gratuita.