En Chile, el 85% de las víctimas de delitos sexuales son mujeres. Además, el 74% de estas son menores de edad, según un informe del año 2017 de la Unidad de Delitos Sexuales de la Fiscalía Nacional.

La vergüenza, culpa, presión social o familiar y depresión en la que caen las víctimas, llevan a que este sea uno de los delitos menos denunciados. Si a esto se suma una serie de mitos que existen en torno a este tipo de agresiones, la falta de educación sexoafectiva y lo burocrático del sistema legal chileno, se genera un tipo de violencia tan difícil de prevenir, como de ser llevado ante la justicia.

Por esto, como ONG Amaranta desarrollamos una pequeña guía que contraataca una serie de ideas erradas que existen sobre la violencia sexual. Compártela, convérsala y erradiquemos juntas y juntos este tipo de violencia.

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