Chile es el país de la OCDE con mayor segregación socio-económica a nivel escolar, según cifras publicada en 2011. A esto, se suma la marcada mercantilización de la educación, donde niñas, niños y jóvenes optan a diferentes entidades educacionales, no en base a sus capacidades y habilidades, sino que a partir del nivel socioeconómico de sus madres y padres.
Por otro lado, la creciente tecnificación de la educación ha generado que asignaturas como Matemáticas y Lenguaje se posicionan por sobre ramos tales como Historia, Artes, Educación Física, entre otros. Lo anterior da cuenta de que no se apuesta por una educación integral del estudiantado, sino que solo se busca que obtengan herramientas básicas de formación, pero sin posicionar la reflexión, crítica ni la comprensión de su propio cuerpo.
El escenario no es casual, ya que el modelo actual no valida ni impulsa espacios en los que las personas puedan formarse críticamente, porque para este mismo modelo, no es conveniente la adopción de posiciones en el ámbito político, económico, educacional, de salud, etc. Esto se traduce en que, tras alrededor de 14 años de educación pre-escolar y escolar, una persona egrese de este sistema directo a aceptar un trabajo precarizado, flexibilizado y con bajos sueldos, sin mayor reclamo; situación que afecta especialmente a las mujeres.
Es por ello que como Amaranta ONG estamos contra la medida gubernamental que posiciona como optativas las horas de Historia y Educación Física. En primera instancia, porque la Historia es la base que permite conocer quiénes somos y a partir de eso, decidir qué sociedad aspiramos construir; junto con ello nos brinda elementos que permiten conocer hechos históricos y nuestra memoria social que nos definen como país en la actualidad (dictaduras, cambios del modelo económico, pueblos ancestrales, etc.). Por otro lado, en el caso de la Educación Física, consideramos que es fundamental que el estudiantado pueda contar con horas de ejercicio y reconocimiento de su cuerpo, con el fin de generar un bienestar en su salud física y emocional, especialmente en el contexto del aumento de la obesidad, sobrepeso y enfermedades cardiovasculares entre la población; problemáticas que afectan, especialmente, a los sectores más vulnerables.
A su vez, creemos que medidas como el control de identidad preventivo, lanzados por este Gobierno, no generan ningún beneficio, ni para la comunidad educativa o sociedad general y sólo agudizan la segregación y discriminación que hoy existen. Por esto, apelamos a generar medidas que transformen realmente las condiciones del inequitativo sistema educacional, que en ningún modo pueden responder a una lógica represiva y autoritaria y que vulnera los Derechos Humanos de niños, niñas y jóvenes.
Esperamos que desde las organizaciones, ya sea centros de estudiantes, sindicatos, juntas de vecinas/os, clubes deportivos, organizaciones sociales etc. y por sobre todo, desde aquellas que nacen desde los diferentes territorios, podamos seguir reflexionando y trabajando por conseguir una educación no sexista ni heteronormativa, justa, laica y gratuita para todas/os/es.
Equipo Amaranta ONG.