El pasado 14 de marzo, asistimos a la primera exposición fotográfica de la colectiva Miradas Lúcidas e Insolentes, titulada: “Las calles son nuestras”, la cual se llevó a cabo en Galería Aura, Concepción.
El evento contó con una gran cantidad de público, el cual, entre conversaciones, abrazos y varios minutos observando las fotografías expuestas, reconoció la importancia el trabajo de sus integrantes, que tuvo como objetivo registrar diferentes momentos de manifestaciones y actividades de mujeres y distintas corporalidades en las calles de Concepción.
La actividad tuvo en su apertura las palabras de Alejandra Villarroel, seguidas por las de la integrante de la colectiva, Camila Lassalle, dando a conocer las diversas personas que fueron parte del proceso, así también sus aspiraciones como espacio y finalmente recalcando el carácter político del trabajo que han ido generando.

Taller «Capucha Negra». Fotografía por Camila Lassalle.
Para conocer más acerca de ésta exposición, entrevistamos a Amapola, participante de la colectiva de fotógrafas. Para ella, el objetivo de esta exposición es «mostrar que las calles, el espacio público, el mundo entero, es nuestro: para organizarnos, para encontrarnos, lucharlo, vivirlo. Es la vida la que nos arrebata el patriarcado y es la vida que vamos a recuperar. Estamos presentes, lo hacemos, no nos damos cuenta. Queremos decirle a todes quienes dan cara al machismo que somos muchis, que existimos y resistimos”.
Sus palabras podían palparse en cada una las fotos colgadas en la pared. En una de ellas, se mostraba un grupo de mujeres, las que, entre maravillosas canas y sonrisas, exhibían un cartel con el siguiente mensaje: “tetas caídas, pero jamás agredidas “.
Los resultados de la labor de la colectiva no sólo se evidencian en la exposición, sino que se traducen en resultados concretos que se pueden ver y sentir en el espacio público, donde las mujeres han tomado aún más fuerza para salir a registrar y mostrar su propia visión del mundo, tal como señala la entrevistada:

Concentración por el asesinato de Macarena Valdés. Fotografa Amapola Indómita.
“Hemos visto el avance de mujeres fotógrafas que salen a hacer registro a las actividades en las marchas. Esto nos parece de suma importancia, ya que por una parte se crea un registro desde la experiencia, desde dentro de las actividades, muy distinto al registro que hacen los periodistas de la prensa institucional y burguesa, quienes difunden información desde la mirada del patriarcado y el capital. De hecho, disputar el espacio de fotografía con los mismos “compañeros” fotógrafos es complejo, ¿en dónde posamos nuestra mirada? ¿cómo se siente la fotografiada al verse expuesta a las cámaras de los medios versus los lentes feministas?»
Cabe señalar que la apuesta posiciona otros elementos, tales como el anti-arte, realizando una crítica al arte formal, aspirando a romper con los esquemas impuestos y a su vez, con la visión de las mujeres desde el privilegio masculino hegemónico:

Efímera, Colectiva de Performance Política.
Fotografía por Paula Leonor.
“Hemos visto y sido parte de una consecuente visibilización de las anti-artistas. El arte desde la mujer se ha retratado como algo prístino, que no incomoda, que se adapta, que acaricia. Nosotras queremos retratar que el arte de las mujeres tiene mucha más fuerza que eso. Arte feminista sensible, también es retratar los gritos de dolor en las marchas, los ojos pintados de la amiga travesti, los despojos de los desalojos en territorio ancestral, el fuego de la barricada rabiosa en Chacabuco o la estela de humo de las sahumadoras», declara Amapola.

Marcha «Abortamos el patriarcado en infinitas causales». Fotografía por Amilix Fornerod.
Invitamos a todas las personas que no han asistido aún a la exposición a participar, reflexionar y también a crear instancias como éstas, sabemos que dentro de la región existen diversas propuestas que aún no han tenido espacios para ser visibilizadas, pero consideramos relevante que espacios como “Miradas Lúcidas e Insolentes” se tomen las calles, plazas y rincones, para así disfrutar de apuestas diferentes que se distancian del arte privilegiado y cerrado para unos pocos.
“Las calles son nuestras”, la cual estará disponible hasta mañana en Galería Aura, es una forma de reivindicar lo que venimos escuchando desde hace años, pero que ya es momento de ejercer desde los diferentes frentes de nuestras vidas como mujeres, teniendo como base la fuerza y audacia de todas aquellas que se atreven a alzar la voz (o disparar desde su lente).