La última semana, los medios de comunicación han estado marcados por la violencia contra las mujeres: en San José de la Mariquina, Yonathan Vega Vega (27) fue acusado de cometer un ataque múltiple en el hogar de su ex pareja, dejando gravemente herida a esta y a su padre y asesinando a su madre y a su hermana. Apenas un día después, Mariela Naigual Pinol, una mujer de 44 años de la provincia de Osorno, fue asesinada por su conviviente, Samuel Gárnica Llefi, de 45 años, a pesar de que interpuso una denuncia por violencia intrafamiliar 9 días antes del ataque. Casi al mismo tiempo, en Puente Alto, una mujer denunció que un carabinero no quiso tomar su denuncia por violencia y abuso e incluso, la trató de «loca» y le aconsejó «escuche a su esposo».

Con esto, ya son 26 los femicidios que contabiliza la Red Chilena Contra la Violencia, además de 40 femicidios frustrados que suma Sernameg, además de incontables episodios que dan cuenta de la lenta y hasta negligente reacción de las instituciones.

Ante eso, ¿qué podemos hacer para combatir la violencia contra las mujeres? ¿Qué pasa si conocemos a alguien que la está sufriendo? Aparte de denunciar, ¿qué otras cosas se pueden intentar? Por eso, como ONG Amaranta, decidimos armar una pequeña guía con 7 consejos para actuar y salvar vidas de mujeres.

1. Aprende a identificar las primeras señales de violencia

CvImPfdWgAAFYJyLos medios de comunicación tienden a describir los femicidios como “tragedias inevitables” o como “momentáneas pérdidas de razón” de los agresores. Pero, la realidad, es que casi siempre comienza escalando desde formas menos visibles de violencia psicólogica y no es hasta en las fases finales que se expresa de forma física.

Si tu pareja -no confía en ti y las escenas de celos son constantes; si te controla tu forma de vestirte y hasta con quiénes te relacionas, tanto en tu vida diaria como en redes sociales; si suele hacerte «chistes» o comentarios hirientes, humillándote; o si te somete a la «ley del hielo» y puede dejar de hablarte por largo tiempo; entonces, no estás en una relación sana: la violencia está presente y puede escalar. Puedes leer más sobre esto en esta nota anterior de ONG Amaranta. 

Idea práctica: Elabora e instala violentómetros en lugares visibles de tu comunidad. Puedes hacerlo, desde con materiales más baratos, como cartulina y marcadores o incluso, organizarte para pintarlo en muros o bordarlo en lienzos.

2. No la dejes sola y tampoco cargues con todo por tu cuenta

b0c127f8564491eaf284c07fa9701407Una mujer tarda 8 años en promedio en denunciar la violencia de género. No ocurre porque sean «tontas» o «masoquistas», sino porque la violencia ocurre de forma continuada, al punto de que va controlando, aislando y mermando poco a poco a la víctima: la mujer se aleja de sus amistades y familia; sufre de depresión, terrores nocturnos, ansiedad; deja de funcionar bien en la escuela, universidad o trabajo; se siente culpable y desconfía de sí misma y de todos; llega a sentirse tan minimizada, que realmente cree que merece lo que le ocurre y que nadie más la va a amar.

En un escenario así, no es de extrañar que un día quiera denunciar y acabar con la relación y al siguiente, se arrepienta. Por eso, es importante recordar tener paciencia, no alejarse y, simultáneamente, tampoco cargar con todo el problema por tu cuenta. Intenta buscar apoyo en redes cercanas: pueden ser familiares, colegas o compañeros/as, vecinos y vecinas, amistades y/o organizaciones de mujeres.

Idea práctica: Toma una hoja de papel y lápices de colores. Sitúa en el centro de la hoja el nombre de la persona que está sufriendo violencia y luego, tu nombre y tipo de relación con ella. Ahora, intenta reflexionar: ¿qué redes tiene o tenía ella? ¿con quiénes podrías conversar primero y sientes que podrían prestar ayuda? ¿y qué redes tuyas podrían ayudarla a ella?

3. Consigue ayuda psicoterapéutica

Si bien, una mujer que sufre de violencia no es «masoquista» ni está «loca», los continuos ataques afectan su salud mental, muchas veces, impidiéndole escapar del círculo tóxico. Debido a esto, una buena idea es conseguirle apoyo psicoterapéutico, ojalá, por parte de una psicóloga con enfoque de género o feminista.

No tengas miedo en preguntar: muchas de estas terapeutas atienden por Fonasa, con precios éticos e, incluso, por trueque. En Concepción, podemos nombrar profesionales como Camila Inostroza, Rocío Pedreros, Daniela Muñoz y Claudia Acuña, cuyos datos dejamos a continuación.

Otra opción, puede ser solicitar hora en tu Cesfam más cercano (aunque, generalmente, tarde su rato) o acercarse a clínicas universitarias, que suelen ser más económicos, como el CAPS de la Universidad Andrés Bello Concepción o el CAPS de la Universidad de las Américas.

Idea práctica: ¿Conoces otras psicólogas feministas o con perspectiva de género de distintas ciudades de Chile? Entonces, deja el dato en los comentarios, para que otras mujeres puedan leerlo. Genera listas de estas profesionales y ponlas a disposición de tu entorno.

4. Utiliza otras estrategias y herramientas

53341401_180878142888472_5074326537016695349_nA veces, cuando la persona que está sufriendo violencia se aísla o entra en negación, se vuelve difícil estar cerca o dialogar. Pero podemos echar mano a otras herramientas, como, por ejemplo, regalarle un libro, invitarla a ver una obra o exposición fotográfica que toque la temática de una u otra forma y que permita llegar a ella por otra vía. Textos como «Feminismo para Principiantes» de Nuria Varela, «Amiga Date Cuenta» de Andonella y Plaqueta o «Por nuestras muertas, toda una vida de lucha» de Coordinadora 19 de diciembre, son algunas ideas.

Idea práctica: ¿Qué libros, exposiciones, obras  u otras herramientas conoces y sientes que podrían ayudar a alguien en una situación de violenta? Te invitamos a armar listados y compartirlos aquí o en tus redes sociales, para que llegue a cada vez más mujeres.

5. Denuncia en las instituciones

Sabemos que ir a interponer una denuncia, exponiendo tu integridad e intimidad y que, más encima, se te cuestione, no es nada agradable. Que es revictimizante y sumamente burocrático. Que, incluso, en muchos casos no llega la respuesta a tiempo. Pero, si la mujer víctima de violencia ya ha tomado conciencia de esta, se siente más firme y quiere denunciar, es importante acudir a las instituciones; porque sirve para dejar registro, visibilizar lo que está ocurriendo, pedir algunas medidas de protección y, si el proceso es exitoso, condenar al agresor.

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Puedes llamar tanto a este número, como al 1455, ambos están operativos.

En Chile solo existe la Ley de Violencia Intrafamiliar o VIF. Si el agresor es pariente, esposo, ex esposo, conviviente, ex conviviente o tiene hijos/as con la víctima, podemos utilizar esta vía legal. Las denuncias por violencia intrafamiliar se pueden realizar en Juzgados de Familia (especialmente, la psicológica o económica), Carabineros, Policía de Investigaciones o el Ministerio Público. Recuerda que, si existen lesiones, es importante constatarlas en un servicio de salud tras la denuncia. Si quieres seguir este paso, recomendamos la guía de la Red Chilena contra la Violencia Hacia las Mujeres. En el caso de violencia en el pololeo, aunque no entre en esta ley, puedes probar denunciar las lesiones, de manera de dejar el antecedente. También, puede probar llamar al 1455, la línea que habilitó Sernameg para orientar a víctimas de violencia de género.

Idea práctica: Consulta con tus redes y entorno, ¿dónde les han recibido mejor una denuncia? ¿dónde hubo buenas prácticas? ¿y dónde nunca volverían? Luego, con esta información, puedes armar una especie de mapa que señale las instituciones a las cuales puede acudir tu comunidad, incluyendo teléfonos y direcciones.

6. Pide apoyo a organizaciones civiles

file_20180207200348Además de las instituciones del Estado, existen otras organizaciones que abordan el tema desde la sociedad civil. Por ejemplo, Fundación Antonia ofrece apoyo a víctimas de violencia en el pololeo, sin importar su género, e incluso, desarrollaron una app que incluye botón de pánico y conecta a las víctimas con Carabineros; Fundación Todo Mejora aborda el acoso, depresión y suicidio en personas LGBTIQ+; la Red Chilena contra la Violencia hacia las Mujeres cuenta con voluntarias y redes con otras organizaciones en prácticamente todo Chile; y aunque la red de abogadas feministas, Abofem, no toman casos directamente, a veces pueden entregar orientaciones legales.

Idea práctica: ¿Qué otras coordinadoras, agrupaciones o fundaciones conoces que aborden esta problemática? ¿Qué apoyos o servicios prestan? ¿Cuentan con voluntarias/os en tu comunidad? Una vez que recabes la información, piensa en estrategias para visibilizarla en tu comunidad.

7. Ten un plan de emergencia

AUTODEFENSA InstrumentosAunque no queramos que ocurra nunca, a veces se darán escenarios en los que la integridad física de la mujer correrá peligro. En el caso de que pase esto, es importante contar con un plan de emergencia, que incluya: 1) Teléfonos de emergencias o aplicaciones de botones de pánico, que conecten a la víctima con la policía, 2) Una red de personas cercanas a la víctima, incluyendo vecinas/os, que puedan acudir rápidamente, 3) Métodos de autodefensa, como gas pimienta y cualquier otra herramienta que ayuden a abordar rápidamente la situación y desincentivar la agresión.

¿Tienes otro consejo o dato? Cuéntanos en los comentarios. También, te invitamos a compartir esta nota y el siguiente material gráfico en tus redes sociales y con tus contactos (dale clic para agrandar y guardar).