En el Colegio Marina de Chile y el Instituto Superior de Comercio (INSUCO) de Concepción se dio inició a Lilén: nuestro novedoso programa que busca reconocer, prevenir y abordar la violencia de género, entre otras violencias y desigualdades. Se trata de una serie de talleres educativos y artísticos que ofrecemos como ONG Amaranta de forma gratuita a los establecimientos públicos del Biobío, gracias al apoyo financiero del Gobierno Regional de esta misma zona.

Cada ciclo de talleres aborda: Educación sexual integral, Diversidades y no Discriminación, Violencia de Género y cultura, Salud mental comunitaria y Participación. Y además del material educativo expositivo y actividades prácticas, incluye la entrega de material impreso, además de métodos de barrera (como condones de pene y vagina, dediles y máscaras bucales).

Aunque el programa apunta principalmente a estudiantes, también se pueden generar instancias para el resto de la comunidad educativa, como fue el caso de la charla «La Educación no Sexista» dictada a docentes del Colegio Marina de Chile y también en el acto inaugural del proyecto (el cual también incluía un conversatorio y se realizó en el Punto de Cultura Federico Ramírez).

Entre los objetivos de Lilén, programa que toma el nombre de un pequeño árbol nativo chileno, se encuentra facilitar el acceso a educación sexual integral para la toma de decisiones informadas para el bienestar de les jóvenes, erradicación de mitos y prevención de la violencia sexual, disminución de los casos de discriminación y acoso escolar, como también fomentar la participación y liderazgo desde las juventudes.

Si bien en este momento se está ejecutando en dos establecimientos de Concepción, el proyecto se extenderá hasta julio del 2024 y busca abarcar escuelas y liceos públicos de todas las provincias del Biobío; en el caso de que algún establecimiento privado tenga interés en implementar este programa, puede solicitar una cotización al correo hola@amarantas.org.

Como ONG, creemos que es importante ejecutar este proyecto apuntando a las juventudes, debido a que es una edad vital para generar cambios y prevenir las violencias. Según «la Radiografía al Acoso Sexual en Chile» de la OCAC, el acoso callejero forma parte de la vida cotidiana de las mujeres a partir de los 12 años, en promedio. Otro estudio realizado por la Fundación Instituto de la Mujer, que abarcó a jóvenes menores de 29 años, reveló que un 51% de los encuestados aseguró ser testigo de amistades que sufren de maltrato en el pololeo y un 43% asegura controlar a sus parejas. A esto, se suma que 1 de cada 3 mujeres en Chile declara ser víctima de violencia en el plano íntimo y que Chile registró en 2020 un aumento del 14,7 % en casos de abusos contra LGBTI.
