Texto: Carli Olivares
Fotografía: Mariely Áviles
Hace diez años atrás, la ciudad penquista no tenía el nivel ni la variedad de personas que están dedicadas al tatuaje como hoy en día. Es un agrado recorrer las calles incluso sin tener referencia de alguna y encontrarse con estudios de tatuajes que proponen una infinidad de diseños y técnicas muy variadas.
Un arte que ha sido históricamente considerado como masculino, tanto para quien lo realiza, como para quien se tatúa. Pero la panorámica actual es completamente diferente: si bien, es cierto que el número de hombres que realiza tatuajes es mucho más elevado que el de las chicas o personas disidentes que tatúan, el panorama cada vez es más variado. Es por ello que me he decido recorrer talleres y estudios de tatuajes en busca de visibilizar este trabajo artístico de aquellas tatuadoras que hoy dedican su talento, tiempo y creatividad para marcar las pieles con increíbles diseños.
A continuación les dejo la primera tanda de tatuadoras con las que he podido conversar sobre su trabajo:
1.- Percy
Sus inicios en el tatuaje fueron con un amigo quien le comentó sobre la técnica del Handpoke -diseño sobre la piel con una aguja especial que varía en su grosor. Se hace a mano sin el uso de máquinas-. Luego, decidió seguir incursionando en esta y se dedicó un año en aprender sola. Ya lleva tres años aprendiendo y practicando. Percy comenta que el tatuaje o tatuar para ella no es algo con lo que se pueda comercializar (capitalizar), sino es una técnica que se debe enseñar y compartir.
Hace un tiempo, Percy hizo un taller aplicando la técnica del “hand poke” con varios amigues que aprendieron mucho más rápido que ella en muy poco tiempo, pues al compartir los saberes todo se hace más fácil. “No me gusta la gente que individualiza los conocimientos, en vez de apañar y compartirlos, además ya somos varios en esto y no va a parar”, nos comenta. Percy tatúa en su estudio personal en el centro de Conce, y puedes contactarla a su página de Instagram: @lostatuajesdepercy.
2.- Cecilia Bon
“El tatuaje corporal es un lienzo en movimiento que viaja, que se moviliza y no es estático”, nos comenta Cecilia, que lleva siete años tatuando. Comenta que un día un amigo le enseñó el rollo de las máquinas y luego de eso ha aprendido relativamente sola. Para ella el tatuar es significativo porque se genera un vínculo con cada una de las personas a quien les realiza un diseño en su piel, lo que además le ha proporcionado poder vincularse con mucha gente en varias áreas diferentes. La técnica que más utiliza es el “blackwork” y el “dotwork”. Además, realiza coberturas y diseños personalizados en un estudio en el centro de Concepción en compañía de otros cinco tatuadores.
Hablamos sobre cómo, a pesar de los años que lleva trabajando en el rubro del tatuaje, aún se cimentan varios prejuicios de índole machista. Refiere por ejemplo a una ocasión donde un cliente cuestionó su trabajo por el mero hecho de ser mujer, aludiendo que las mujeres no tatúan. “Le hice saber que mi trabajo estaba forjado de experiencias, técnica y años de conocimiento respecto al tatuaje”, nos dice la tatuadora, así que lo tatuó de igual forma, pero durante todo la sesión el cliente estuvo haciendo comentarios misóginos respecto al error que había comento la Armada al incluir mujeres y cosas por el estilo.
Cecilia nos dice que está muy interesada en unificar fuerzas y experiencias con las demás tatuadoras de Conce, ya iremos viendo son bastantes y nos deja esta propuesta: “Me gustaría que nos uniéramos más las mujeres que trabajamos en el tatuaje, podríamos hacer algo grande”. Puedes contactarla y ver su trabajo en su página de instagram: @boncecil
3.- Paola Barrera
Paola nos comenta que antes de dedicarse al tatuaje propiamente tal, estuvo vinculada con las artes plásticas académicas; participó de proyectos vinculados con algunas instituciones pero esta modalidad no cubría todas sus expectativas, dadas las formalidades e ideales que no eran compatibles con las personales. Ello la llevó a relacionarse en otros espacios con personas que trabajaban de forma más autodidacta y autogestionada y de las que aprendió cosas diferentes pudiendo así acercarse al tatuaje con dibujos e ilustraciones que ella misma realiza. Fue aprendiz durante un tiempo pero por comodidad personal prefirió continuar sola y así ha aprendido experimentado de forma independiente. Además de ser una aventajada tatuadora, realiza ilustraciones de gran calidad.
“El tatuaje te da cierta independencia económica y de algún modo una pequeña y personal coherencia política ya que en la dinámica con el cliente te saltas y/o acomodas algunas estructuras de trabajo ; no hay patrones de por medio, tienes un trato horizontal con el cliente , coordinas tus tiempos, y además disfrutas de lo que estás haciendo para solventar tu vida personal y tu mismo trabajo ; por eso me gusta lo que hago, lo disfruto y me hace sentido y trato de que eso se proyecte y se vincule con los otros aspectos de mi vida; formas de compartir los espacios, de relacionarme con mis amigxs, con mi distribución del tiempo, mi relación con otras especies animales, etc.» , nos menciona Paola luego de casi seis años de estar involucrada en este arte.
Sus técnicas de tatuajes se expresan con el estilo tradicional; utiliza líneas de contorno firmes y rellenos más acabados e intensos, aunque también se combinan con trazos finos dependiendo del diseño. A Paola puedes visitarla en su página de instagram y revisar sus diseños e ilustraciones: @arder__
4.- Natalia Nieves
“Me gusta mezclar varios estilos de dibujos y técnicas, siento que como nunca estudié en una academia no tengo reglas ni normas para dibujar. Todo lo que hago es muy variado y no me restrinjo porque no quiero y no lo necesito en lo que estoy haciendo”, nos comenta Natalia sobre su trabajo ilustrativo que realmente es muy destacado. Además, menciona que sus intereses de trabajo funcionan más bien en conjunto con otras personas para así compartir ideas y aprender mutuamente.
Su escuela de tatuajes comenzó en la calle, haciendo graffitis con unos amigos a los 16 años. Luego con este arte más en contacto conoció a unos amigos graffiteros que además tatuaban, pudiendo así acercarse definitivamente al arte desde las paredes de las calles hasta las pieles de las personas. También nos comenta que estuvo estudiando técnicas y estilos de tatuajes por más de seis años, y entre viajes y experiencias, fue aprendiendo y creando una identidad personal de tatuadora con sus propios diseños y estilos variados.
En el centro de Conce comparte un espacio multifacético con chicos que además de tatuar hacen graffitis y serigrafía. “Nos ayudamos y apoyamos entre todos, para así ir construyéndonos en conjunto, porque la generación pasada, de nuestros padres, no pudieron enseñarnos, había otras cosas en qué ocuparse, y es por eso que lo estamos haciendo ahora nosotros”. Puedes encontrar el trabajo de Natalia en su página de Instagram: @natalia.niev3s
5.- Jelka Yasic
Mientras Jelka realiza uno de sus diseños nos comenta: “Hace un tiempo había comenzado a tatuar con diseños clásicos del tradicional americano- que suelen ser diseños más masculinos, pues eran típicos de marineros y soldados-; y del tradicional ruso- tatuajes de criminales del gulag-, y gracias a lo que he aprendido, actualmente he podido ir practicando trazos, líneas y diseños de forma más libre”, sin tener que adscribirse a algún método tan estricto creando así un estilo más personal. También menciona que el tatuaje, además de permitirle dibujar lo que le gusta y es rentable, le da la oportunidad de realizar más proyectos personales. Durante este último año muchas amigas y amigos de ella se han tatuado uno de sus diseños originales, lo que le ha ayudado a aprender, crecer, compartir conocimientos y experiencias desde el mundo del tatuaje. Puedes mirar sus tatuajes y diseños en: @jelka.yasic
Jelka empezó cortando el pelo y de a poco fue sumando a su trabajo la creación de bolsos con diseños variados: “He estado durante harto tiempo aprendiendo de amigos y gente que además de enseñarme técnicas nuevas, me facilita sus herramientas”; también gestiona ferias con una propuesta de auto manufactura para gente ligada a las artes más under en general; y crea “accesorios para punketas, darketas, metálicos y toda clase de tremendistas”, que son choker, pulseras, collares, cinturones, prendedores, aros, llaveros, entre muchas otras cosas adornadas con bichos y rarezas bellas que puedes encontrar en su página: @vida.cutre
6.- Paola Cifuentes Villareal
Al mismo tiempo que la tatuadora prepara los implementos para realizar un diseño de animé (Gokú), nos comenta que “Hace más de dos años aprendí a tatuar gracias a las técnicas que me entregó mi compañero, quien también es tatuador. Antes de ese tiempo me sentía hundida en un hoyo de depresión, pues no estaba conforme con el trabajo que realizaba. No tenía ganas ni interés de tener patrones, ya que no quería sentirme atada a nada”. De esa forma, «La Pioja» se armó de motivación para que junto a su compañero (Tete Villarroel) se propusieran a crear un espacio. De esta forma armaron el estudio de tatuajes donde actualmente trabajan. Allí han podido desarrollar técnicas de tatuajes y un estilo personal, las que han ido aprendiendo y practicando en conjunto.
Paola nos comenta que dibujar le ha ayudado mucho luego de haber tenido su embarazo, pues “tuve un bloqueo que fue desapareciendo gracias a realizar ilustraciones de puntillismos”, técnica que actualmente le interesa mucho trabajar- por si se motivan con algún diseño así-. También es aventajada en realizar flores, animales y aves. Pero por sobre todo, es necesario destacar que sus diseños de personajes de animé son de gran calidad. Si te interesa ver y contactar a Paola, puedes buscarla en su página de instagram: @pioja_tatuajes
7.- Ibi Díaz
«Antes de incluso motivarme en el tatuaje, mi papá me regaló todos los implementos para tatuar. Él quería relacionar el dibujo (los que yo hacía) con esa profesión, pero no lo pesqué mucho, porque no me gustaba lo que veía en esos programas de reality de tattoos», comenta Ibi, quien actualmente lleva tres años tatuando. «Personalmente me sorprende que los dibujos que hoy hago, las personas las han apreciado de forma favorable al quererlos como tatuajes, y son los mismos- en esencia, porque claramente no son los mismos- que hacía cuando estaba en el liceo. Me gusta mucho que se tatúen algo así que siento y expreso, y deseen más aún llegarlos en la piel».
Además de tatuar, Ibi comenta que le gusta mucho hacer cosas nuevas y aprender siempre de todo, por ello ha creado cómics que son expresión de experiencias, pensamientos y sentimientos evocados de su infancia. Comenta que instintivamente veía mucha oscuridad que le asustaba bastante. Ejemplo de ello son esos juegos típicos de niñas con sus muñecas y esa relación que se le atribuye con el cuidado y protección de estos juguetes; siempre aludiendo al rol que se le da a las mujeres. «Trato de darle un mensaje más feminista a lo que hago además», mezclado con ficción para liberar un poco, y de forma artística, el peso que desde niña había cargado.
Todas estas ideas son visibles en sus ilustraciones, como en las muñecas que dibuja exacerbando los rasgos femeninos, expresadas en los nuevos diseños de poleras y polerones que está haciendo en estos momentos. Puedes conocer y revisar sus diferentes trabajos en el instragram: @ibiabigail
Que buena nota ,que gran grupo de artistas ,quede más que entusiasmado para ponerme en manos de alguna de estas talentosas mujeres